¿Qué es la economía circular?
Conceptos centrales de una economía circular
Eliminar, circular, regenerar
Como consumidores también tenemos un papel clave
Conoce todas las noticias en un solo lugar
Un vistazo de lo que podemos lograr juntos: ciudadanos y organizaciones
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El plástico PET (tereftalato de polietileno) es uno de los materiales más utilizados en envases de bebidas y alimentos debido a su ligereza, durabilidad e inocuidad. Sin embargo, una de las características más destacadas del PET es su capacidad para ser reciclado, permitiendo darle una nueva vida a cada botella. En Vida Circular, creemos que el reciclaje es una pieza clave en la economía circular y en la reducción del impacto ambiental.
El PET es un tipo de plástico muy valorado por su versatilidad y resistencia. Es utilizado principalmente para fabricar botellas de bebidas, envases de alimentos y textiles. El PET es un material 100% reciclable, lo que significa que puede ser procesado y convertido en nuevos productos, como nuevas botellas, fibras para textiles y empaques para alimentos. Cada año, millones de toneladas de PET son producidas a nivel mundial, y reciclarlo tiene un impacto positivo en la reducción de residuos plásticos. Reciclar una tonelada de PET ahorra alrededor de 2.5 toneladas de emisiones de CO2 en comparación con la producción de plástico virgen (PlasticsEurope). Además, el reciclaje de PET reduce el consumo de energía, agua y recursos naturales.
El reciclaje de PET es un proceso detallado que asegura que este material pueda ser reutilizado para la producción de nuevos productos de alta calidad. A continuación, te explicamos cada etapa del proceso:
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Las botellas de PET se recolectan a través de diversos canales, como programas de reciclaje municipales, puntos de acopio y recolección en plantas industriales. Aquí es crucial la participación de los consumidores, quienes deben separar correctamente las botellas de PET para evitar que se contaminen con otros residuos.
2
Una vez que llegan a la planta de reciclaje, las botellas pasan por un proceso de clasificación, que puede ser manual o automatizado. Se separan según su color (transparente, verde, ámbar, etc.) y tipo de plástico. Esta clasificación es clave, ya que diferentes colores y tipos de PET se reciclan de maneras distintas y afectan la calidad del producto final.
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Las botellas clasificadas pasan por un lavado intensivo para eliminar etiquetas, tapones y residuos de alimentos o líquidos. Este paso es crucial para evitar que los contaminantes afecten la calidad del reciclado. La limpieza también previene que el PET se degrade durante el proceso de reciclaje.
4
Después de la limpieza, las botellas se trituran en pequeños trozos llamados "flakes" de plástico. Estos flakes son más manejables y se pueden procesar fácilmente en etapas posteriores.
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Los flakes resultantes de la trituración se lavan de nuevo para eliminar cualquier impureza restante. Esto asegura que el material esté completamente limpio y libre de contaminantes que podrían afectar la calidad del reciclado.
6
Los flakes de PET limpios se funden a altas temperaturas y luego se extruyen para formar pellets o fibras. Estos pellets son la materia prima que se utiliza para crear nuevos productos, desde botellas y envases hasta fibras para ropa de poliéster.
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Finalmente, los pellets de PET reciclado se distribuyen a diversas industrias para ser utilizados en la fabricación de nuevos productos. Este proceso reduce la demanda de plástico virgen y cierra el ciclo de vida del PET, contribuyendo a una economía circular más sostenible.
En México, existen plantas de reciclaje que procesan las botellas de PET usadas y las transforman nuevamente en botellas de PET grado alimenticio. Esto significa que la resina reciclada que se genera en estas plantas pasa por un proceso de purificación que la convierte en una resina apta para volver a estar en contacto con alimentos y bebidas. Este ciclo de botella a botella demuestra cómo el PET puede ser reciclado una y otra vez sin perder su calidad, contribuyendo a una importante reducción de residuos plásticos y a la creación de productos sostenibles. En México, las plantas de reciclaje han ayudado a cerrar el ciclo de vida del PET, y cada vez más empresas se suman a estas iniciativas para seguir avanzando hacia una economía circular. ¡Así que haz tu parte! Al separar correctamente tus botellas de PET, contribuyes directamente a este proceso de reciclaje y ayudas a reducir el impacto ambiental.
Es fundamental entender que nosotros como sociedad jugamos un papel fundamental para detonar el reciclaje, la separación en casa sigue siendo clave. El motivo es que cuando separamos correctamente las botellas de PET, evitamos que se contaminen con otros residuos, especialmente con materiales orgánicos como restos de comida. La contaminación con estos residuos puede afectar gravemente el proceso de reciclaje, ya que las botellas sucias pueden volverse inservibles para ser recicladas.
Aquí algunos tips importantes para la separación en casa:
No es necesario lavar las botellas
Aunque algunas personas creen que deben lavar las botellas antes de reciclarlas, no es necesario. En las plantas de reciclaje, las botellas pasan por un proceso intensivo de lavado, por lo que es suficiente con asegurarse de que no tengan restos de líquidos o comida.
No separes las tapas
Tampoco es necesario separar la tapa de la botella. En las plantas de reciclaje, las tapas se procesan junto con las botellas, y la diferencia en el material se maneja durante el proceso de reciclaje.
Compacta las botellas
Compactar las botellas para que ocupen menos espacio es una práctica recomendada. Esto facilita su transporte y almacenamiento tanto en casa como en los puntos de reciclaje.
Los envases de PET limpios y bien separados aseguran que el material se pueda aprovechar en su totalidad, contribuyendo a un reciclaje más eficiente y sostenible. Al hacerlo, estamos ayudando a preservar un recurso valioso y facilitando su reincorporación al ciclo productivo.
El reciclaje de PET tiene un impacto significativo en la reducción de la huella de carbono y en la disminución de residuos plásticos. Según un estudio de Ellen MacArthur Foundation, por cada tonelada de PET reciclado, se ahorran aproximadamente 2.5 toneladas de CO2, y se reduce el consumo de energía hasta en un 50%.
Además, al reciclar PET, evitamos que grandes cantidades de plástico terminen en vertederos o en los océanos. En lugar de contribuir a la contaminación, reciclamos el plástico para darle una segunda vida y prolongar su uso.
En México y Centroamérica, empresas líderes en la industria del reciclaje y manufactura de plásticos han implementado programas de reciclaje de PET que han logrado grandes avances. En conjunto, estas iniciativas han permitido reciclar millones de botellas de PET cada año. En 2023, México recuperó el 63% del PET producido, posicionándose como uno de los países líderes en reciclaje de este tipo de plástico en América Latina (Ecoce). Esto no solo ha generado beneficios ambientales, sino también oportunidades económicas, como la creación de empleos en el sector del reciclaje.
Cada persona puede hacer la diferencia al separar correctamente sus residuos en casa, escuela y oficina. Aquí algunos pasos sencillos que puedes seguir para contribuir:
Asegúrate de separar las botellas de PET del resto de los residuos y depositarlas en puntos de reciclaje adecuados.
No es necesario lavar las botellas ni separar las tapas; en la planta de reciclaje, se encargan de este proceso.
Compacta las botellas para que ocupen menos espacio y faciliten el transporte.
Opta por productos que estén hechos a partir de materiales reciclados, como ropa y botellas hechas con PET reciclado.
Transformando el mundo con cada acción, cada botella reciclada es una oportunidad para reducir el impacto ambiental y fomentar una economía circular más sostenible. Al reciclar, tú también contribuyes a dar una nueva vida a cada botella.
