El consumo sostenible implica tomar decisiones de compra que minimicen el impacto ambiental y promuevan la equidad social
la respuesta es simple, para poder ser consumidos, puede parecer sencillo, pero la producción de bienes y servicios utilizan materia prima proveniente del medio ambiente, como agua, madera, combustible fósil, entre otros. El consumo sostenible habla de cómo el consumo de productos y/o servicios puede manejarse de forma inteligente para evitar la disminución de los recursos y la contaminación
La industrialización trajo un crecimiento exponencial en dos ámbitos.
A principios del S XVIII con el comienzo de la Revolución Industrial la población mundial alcanzó los 700 mill de personas desde ese momento de nuestra historia el crecimiento poblacional ha sido exponencial. Durante el S XX la población mundial se multiplicó por 4 (cuatro). La población mundial actual se estima en 8.1 mil millones de personas, según estimaciones de la ONU.
Al tiempo que crece la población, aumenta también de manera drástica la producción y el consumo. Un mayor impacto del crecimiento explosivo de la población humana supone el crecimiento igualmente explosivo del consumo de los recursos de la tierra y los efectos sobre los ecosistemas.
De continuar a este ritmo los impactos medioambientales serán cada vez mayores, es por eso que debemos crear consciencia y cambiar la forma en la que consumimos diferentes productos, pensando más allá de sólo satisfacer nuestras necesidades a corto plazo y pensando más en que nuestras acciones puedan contribuir a construir un futuro más sostenible
Un futuro sostenible se basa en el equilibrio físico entre lo que la Tierra produce, como materiales, energía y servicios de los ecosistemas, y nuestra necesidad de proporcionarnos soporte vital a nosotros mismos y a todas las especies. Es por esto que todos los actores involucrados (industria, sociedad y gobierno), debemos hacer cambios en nuestros hábitos de producción y consumo, buscando priorizar aquellos que sean más amigables con el medio ambiente.
Hay dos maneras principales de ayudar:
Reducir la forma en la que consumimos
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Pensar bien lo que se compra y elegir una opción sostenible siempre que sea posible.
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Separar de manera adecuada los residuos desde tu hogar, para que puedan ser reincorporados a las cadenas de valorización y reciclaje.
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