¿Te imaginas un mundo donde nada se desperdicie?
Donde todo lo que usamos pueda tener una segunda, tercera o incluso una cuarta vida. Suena utópico, ¿verdad? Pues esta idea no es tan lejana como parece, y es precisamente el corazón de lo que llamamos Economía Circular. A diferencia del modelo tradicional de "usar y tirar", la economía circular busca reinventar la manera en que producimos y consumimos, asegurando que los recursos se mantengan en uso el mayor tiempo posible.
Pero, ¿por qué se le llama economía circular? El término proviene de la idea de transformar el sistema económico lineal (producir, usar y desechar) en un ciclo continuo, es decir, en una "rueda" o "círculo". En lugar de que los productos sigan un camino lineal que termina en la basura, la economía circular busca que los materiales vuelvan al ciclo productivo una y otra vez, creando un circuito cerrado donde los residuos se minimizan y los recursos se optimizan.